El artista callejero Finito pone la guinda a la reforma en la que el Ayuntamiento ha invertido más de 45.000 euros. La pintura mural, que recoge los elementos más característicos del pueblo, su picota y su pozo, será la primera de una serie de pinturas que embellecerán diversos espacios municipales, como la plaza de toros, con los que se pretende vestir al pueblo para hacerlo más atractivo a los turistas. El leitmotiv serán las carrozas de las fiestas, declaradas de Interés Turístico Provincial.

Con la pista polideportiva a pleno rendimiento, los jóvenes de Pozo de Guadalajara convivieron durante varias jornadas con un invitado de excepción: un artista callejero que iluminó el muro que limita con la piscina municipal, elevando su categoría a obra de arte. Concebido como un mural y presidido por el escudo del pueblo, la obra recoge los dos puntos más emblemáticos que precisamente recoge el blasón municipal.

“Es una obra de arte, el primero de una serie de murales con los que queremos adornar el pueblo, para hacerlo más atractivo a las visitas y reivindicar nuestras fiestas y, en especial, nuestras carrozas”, anuncia el alcalde, Teodoro Baldominos, que acudió junto al concejal Javier Hurtado a recepcionar la obra, de manos del propio artista.

La plaza de toros, llamada de La Unión por cómo fue proyectada gracias al esfuerzo y trabajo de todos los vecinos en los años 80, será el siguiente espacio en ser iluminado tras su próxima reparación; que servirá para limpiar y afianzar el propio tendido y los alrededores, donde se apostan los vecinos cuando hay algún espectáculo. En especial los conciertos de fiestas, que aglutinan a miles de espectadores cada septiembre por San Mateo.

La preocupación por la salud de los vecinos y la prudencia motivan al Ayuntamiento a ser cautelosos y tomar una medida que, no por dolorosa, es menos necesaria. “Lo más importante de las fiestas son nuestros vecinos y poniéndoles en peligro no tiene sentido celebrarlas”, explica el alcalde, Teodoro Baldominos. Se ha intentado hasta el último momento, pero el ejemplo de otros municipios ha impulsado esta medida.

A pesar del excelente ritmo de vacunación propiciado por el Gobierno de la Nación y la Junta de Castilla – La Mancha, el avance de nuevas cepas y brotes ha propiciado que Pozo de Guadalajara se haya sumado a la larga lista de pueblos de Guadalajara que han decidido suspender por segundo año consecutivo las fiestas.

“Es doloroso para nosotros tomar esta decisión, pero la prudencia obliga”, explicaba el alcalde, Teodoro Baldominos, que anunció ayer por la tarde, en el Pleno celebrado en el nuevo edificio de usos múltiples, su decisión. “Lo hemos intentado hasta el último momento, pero pensamos que era la mejor decisión hoy por hoy, estudiando la situación en otros municipios”.

La imposibilidad de controlar los excesos propios de las fiestas, con muchas situaciones propicias al contagio y a la relajación de medidas y la propia celebración multitudinaria del desfile de carrozas suponían un riesgo excesivo para tomárselo a la ligera. “Hemos tomado la decisión que creemos correcta, en consenso con los vecinos y con las autoridades sanitarias; no hemos invertido tanto esfuerzo y dinero en el nuevo Centro Médico para tener que mirarlo con tristeza por una decisión arriesgada”.

Cabe destacar que las fiestas de Pozo de Guadalajara, de las últimas en celebrarse en la temporada festiva de la provincia, congregan a multitud de personas especialmente por la calidad de sus eventos municipales y lo sorprendente de sus carrozas. Por ejemplo, al concierto de Andy y Lucas acudieron más de 10.000 personas. “Es imposible celebrar algo parecido con total seguridad”, recalca Baldominos.

No obstante, la medida fue aprobada con los votos a favor del Partido Socialista, la abstención de Ciudadanos y los votos en contra del Partido Popular, que no consideró necesaria su cancelación a pesar de la situación y las explicaciones.